Jardín Botánico, de referente científico a simple jardín
Las secciones técnicas y científicas creadas por Martín Cárdenas dejaron de cumplir su propósito.
Estado de descuido en el que se encuentran algunos árboles. Martín Numbela |
Por Zulma Camacho, Opinión.- El Jardín Botánico “Martín Cárdenas Hermosa”, que nació
como un santuario de la investigación y la ciencia, única en el país y
en ese entonces también referente en el mundo, se ha convertido en un
simple jardín como cualquier otro.
Cientos de personas, entre familias, parejas y turistas, llegan cada día a este Jardín, muchas veces atraídos por la amplia diversidad vegetal y la paz que inspira... paz que es interrumpida por gritos, ya conocidos por sus visitantes frecuentes. “¡Está prohibido echarse en el pasto!. ¡Hay letreros por todo lado que dicen que está prohibido echarse en el pasto!”.
Tal parece que el impecable césped de este Jardín se ha convertido en la única joya a preservar, cuando su creador -el doctor Martín Cárdenas- prestaba principal atención en el desarrollo de secciones técnicas y científicas de campo orientadas a aportar con la investigación, la educación, la conservación de la biodiversidad, la recreación, el turismo, pero fundamentalmente la multiplicación de plantas y el intercambio científico
En la sección de plantas medicinales solo queda un rústico letrero con una o dos plantas sin nombres que frustran la curiosidad de los visitantes.
En los árboles más conocidos, como el molle y el jacarandá, fueron clavados pequeños cartelitos de cartulina que rápidamente fueron destrozados por la lluvia. Pero casi nada se ha trabajo en los más de dos mil ejemplares, de 300 especies, que fueron traídas por el doctor Cárdenas de sus largas expediciones a la amazonía boliviana y otras regiones inexploradas en el mundo.
Mediante una Ordenanza Municipal el mantenimiento del Jardín Botánico pasó a manos de la Empresa Municipal de Áreas Verdes y Recreación Alternativa (Emavra), expertos en corte de pasto, riego, limpieza y algunos arreglos ornamentales; pero poco nada de una mejora cualitativa se ha visto en esta importante síntesis de la biodiversidad boliviana y del mundo.
En los últimos 20 años alrededor de 20 nuevas especies fueron introducidas; entre ellas el copal, utilizada en ceremonias chinas y mayas, pero además de la Boswellia, más conocida como el incienso, que fue traida desde Africa por el profesor Carlos Prado.
En una carta presentada a la Contraloría -el 5 de febrero pasado- tres instituciones piden la restitución del Comité Interinstitucional de Asesoramiento Técnico Científico, para la administración técnica y científica en manos de profesionales expertos en el manejo de grandes jardines botánicos
La respuesta a esta demanda debería pasar por las autoridades, pero dejamos la respuesta con una pregunta abierta usted querido lector. ¿Qué pensaría... y qué haría usted si fuera don Martín Cárdenas?.
Cientos de personas, entre familias, parejas y turistas, llegan cada día a este Jardín, muchas veces atraídos por la amplia diversidad vegetal y la paz que inspira... paz que es interrumpida por gritos, ya conocidos por sus visitantes frecuentes. “¡Está prohibido echarse en el pasto!. ¡Hay letreros por todo lado que dicen que está prohibido echarse en el pasto!”.
Tal parece que el impecable césped de este Jardín se ha convertido en la única joya a preservar, cuando su creador -el doctor Martín Cárdenas- prestaba principal atención en el desarrollo de secciones técnicas y científicas de campo orientadas a aportar con la investigación, la educación, la conservación de la biodiversidad, la recreación, el turismo, pero fundamentalmente la multiplicación de plantas y el intercambio científico
En la sección de plantas medicinales solo queda un rústico letrero con una o dos plantas sin nombres que frustran la curiosidad de los visitantes.
En los árboles más conocidos, como el molle y el jacarandá, fueron clavados pequeños cartelitos de cartulina que rápidamente fueron destrozados por la lluvia. Pero casi nada se ha trabajo en los más de dos mil ejemplares, de 300 especies, que fueron traídas por el doctor Cárdenas de sus largas expediciones a la amazonía boliviana y otras regiones inexploradas en el mundo.
Mediante una Ordenanza Municipal el mantenimiento del Jardín Botánico pasó a manos de la Empresa Municipal de Áreas Verdes y Recreación Alternativa (Emavra), expertos en corte de pasto, riego, limpieza y algunos arreglos ornamentales; pero poco nada de una mejora cualitativa se ha visto en esta importante síntesis de la biodiversidad boliviana y del mundo.
En los últimos 20 años alrededor de 20 nuevas especies fueron introducidas; entre ellas el copal, utilizada en ceremonias chinas y mayas, pero además de la Boswellia, más conocida como el incienso, que fue traida desde Africa por el profesor Carlos Prado.
En una carta presentada a la Contraloría -el 5 de febrero pasado- tres instituciones piden la restitución del Comité Interinstitucional de Asesoramiento Técnico Científico, para la administración técnica y científica en manos de profesionales expertos en el manejo de grandes jardines botánicos
La respuesta a esta demanda debería pasar por las autoridades, pero dejamos la respuesta con una pregunta abierta usted querido lector. ¿Qué pensaría... y qué haría usted si fuera don Martín Cárdenas?.
Inician visitas guiadas a estudiantes
Un
grupo de biólogos e investigadores de la Sociedad Boliviana de Historia
Natural (SBDHNB) lanzó la semana pasada una importante iniciativa para
unidades educativas y grupos de estudiantes que deseen conocer más
acerca de la riqueza natural que guarda el Jardín Botánico “Martín
Cárdenas Hermosa”
Se trata de visitas guiadas por biólogos que se
realizará inicialmente todos los lunes en horarios de 8:30 a 11:30 y
según cuál sea la respuesta de la gente se ampliará los días y horarios,
informó el presidente de la nueva directiva de la SBDHNB, Constantino
Soto.
Las visitas son gratuitas y las unidades educativas o maestros
interesados solo deben hacer llegar una carta a la SBDHNB solicitando
la visita guiada. La carta debe ser enviada a oficinas del Museo “Martín
Cárdenas Hermosa”, ubicado en la avenida heroínas Nº 0266 entre Junín y
Hamiraya.
El directorio de la Sociedad Boliviana de Historia
Natural, que fue posesionado la semana pasada, ha impulsado las
gestiones para devolver a este Jardín Botánico su verdadera esencia, es
así que se iniciará con las visitas guiadas, y paralelamente se
desarrollará la exposición mensual de plantas medicinales y ornamentales
en coordinación con asociaciones de viveristas. Asimismo se proyectó
la publicación semanal del cuaderno “La Cápsula verde” con información
sobre las plantas medicinales del Jardín.
Opiniones.
Patricia Barrios | Visitante de La Paz
Vine
después de 4 años y lo veo más descuidado, en el sector de plantas
medicinales ya no hay ni una planta, al ingreso hay un estanque muy
sucio con unos pobres peces, que Dios sabe cómo estarán sobreviviendo.
Pero además ya no hay los nombres de los árboles y sus utilidades,
parece un jardín como cualquier otro.
Miguel Condori | Visitante Cercado
Yo
visito este Jardín por lo menos una vez a la semana y nunca he visto
que haya alguna persona indicando o guiando a los visitantes que llegan
de otros países. Siempre veo a gente extranjera tomando fotos y notas,
pero nadie los acompaña
Deberían haber por lo menos unas 15 personas explicando e informando... es una pena.
Milton Castelo | Visitante de Quillacollo
Venimos
desde Quillacollo porque es el único espacio donde uno puede disfrutar
en paz de la naturaleza, aunque hay unas señoras que todo el tiempo te
botan si estás sentado en el pasto, no tiene sentido si uno viene aquí
para descansar. Nunca he tenido la oportunidad de saber con precisión
sobre las especies de plantas que hay aquí porque la verdad solo veo a
cuidadores.
Elizabeth Gonzáles | Visitante de Quillacollo
Es
la primera vez que vengo y me parece muy bonito, es tranquilo pero
parece que no lo están manejando bien, hay un espacio al fondo donde
han quedado escombros parece, y lo han dejado sin césped y los árboles
de eucalipto están todo negros.
Podrían aprovechar ese espacio para reproducir más plantas y de otras especies.
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